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DURUELO
Iglesia de la Natividad
La cabecera románica es el elemento arquitectónico más antiguo y está formada por tramo recto y ábside. Al exterior presenta tres arcos de medio punto con capiteles decorados. Se unen los tres a través de una imposta taqueada que recorre todo el hemiciclo.
En el interior, los muros del tramo recto convergen hacia el ábside y tienen arcos ciegos apoyados en capiteles sin decoración. En uno de ellos hay un bajorrelieve románico de aspecto primitivo que recuerda algunos elementos decorativos menores de la iglesia de El Salvador de Sepúlveda, tenida como la más antigua al sur del río Duero.
Representa a la Virgen con el Niño sentado en las rodillas. Con una mano sujeta una flor de lis, mientras que con la otra sostiene un ave.
El arco triunfal es doblado, apoyado en columnas con capiteles decorados y columnillas. La nave es de un momento posterior. En ella se conservan varios retablos, entre los que destaca el de la Virgen del Rosario.
Por su aspecto tardío no parece el original, que se contrató en 1.590 al entallador Juan de Amberes. Si lo son las pinturas, obra del segoviano Alonso de Herrera, y que representan a Santo Domingo de Guzmán, Santa Catalina de Siena, San Lucas y San Cristóbal. Al final del espacio de la nave se levanta el coro, construido en madera.
El retablo mayor es de estilo barroco. En el pie se puede leer: «Dorose este retablo siendo cura de esta villa de Duruelo y sus anejos el señor don Antonio Martín de Nogales y Rosuero, natural del lugar de Prádena. Año de 1.781».
La pinturas son excepcionales. El autor es anónimo, pero se le conoce como Maestro de Duruelo y hay obras suyas en otros pueblos de la comarca. Se sabe que trabajó durante la primera mitad del siglo XVI.
En el primer piso del retablo, agrupados en parejas aparecen San Bartolomé y San Mateo, Santiago y San Andrés, San Pedro y San Pablo, San Juan Bautista y San Juan Evangelista.
El segundo piso está dedicado al ciclo de la Navidad, siendo los temas la Anunciación, la Adoración de los pastores, la Circuncisión y la Epifanía. La Pasión ocupa el tercer piso: el Prendimiento, Jesús llevando la Cruz, el Calvario, la Piedad y la Resurrección. En el remate encontramos a la paloma del Espíritu Santo, al profeta Isaías y al Rey David.