VILLAREJO (SANTO TOMÉ DEL PUERTO)
Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad
La IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA NATIVIDAD de Villarejo es un templo modesto, de cierta antigüedad, rehabilitado en el siglo XX. Sucesivas intervenciones le han ido privando de sus retablos y ocultando su estructura primigenia, aunque conserva un buen conjunto de imágenes y elementos de interés traídos desde las ruinas del Convento de la Orden.
Según podemos leer en el «Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico» (1.8451.850) de Pascual Madoz, la parroquia tenía a mediados del siglo XIX otra advocación, la de Santo Tomás Apóstol. También el municipio tenía un nombre ligeramente distinto y aparece como Santo Tomé del Pie del Puerto. El párroco de esta parroquia era nombrado por el prior de San Lorenzo de El Escorial.
Quizás la iglesia a la que se refiere Madoz es la del convento de la Orden, que ya habría sido desamortizado, y la actual iglesia de la Nuestra Señora de la Natividad sería la ermita de San Roque, ubicada en Villarejo. En este sentido no sorprende que la imagen de San Roque sea la que tiene un lugar destacado junto al altar.
La iglesia es un edificio de planta rectangular al que se accede por el lado norte, el que da la plan, a través de una puerta con arco de medio punto de grandes dovelas. Los paramentos de este muro quedan ocultos por un chapado reciente hecho con piedra de las sierra. La cubierta se hace a tres aguas, siendo uno de los planos el que cubre la sacristía dispuesta a continuación del presbiterio.
Cabecera y sacristía se reformaron en los años 50 del pasado siglo, cuando se puso también la espadaña. En el exterior de la cabecera podemos ver una parrilla labrada en piedra con la fecha de 1.534. Esta piedra ha de venir del convento de la Orden y pone de manifiesto la estrecha relación de este lugar con El Escorial. La espadaña se levanta sobre el muro oeste, construido con sillarejo e potentes sillares en las esquinas.
La cornisa se dispone a modo de chaflán, interrumpiendo las vertientes de la cubierta. En el primer cuerpo se abren los dos vanos del campanario. Son arcos de medio punto sobre imposta moldurada en lintel que atraviesa de lado a lado. Otro liste! sirve de apoyo al remate, adornado con cuatro pináculos y la veleta, y en el que se abre un arco de iguales características en el que se ha colocado una campana más pequeña.
Ya en el interior, el coro se levanta a los pies de la nave y, debajo, se encuentra la pila bautismal románica, procedente del convento de la Orden. Las imágenes más interesantes son las de San Roque, la Natividad, San Antón y un San Lorenzo al que se le reza como Santo Tomás.